viernes, 5 de febrero de 2010

Estamos para ser campeones

Arrancó bien el Rojo este torneo. Sin contrataciones rimbombantes ni mucho ruido periodístico, mantuvo la base que le dio el 4to. puesto en el campeonato anterior y a eso le sumó a Gracián y -ayer- a Vallés (una incógnita todavía).
En el partido contra Newell's sólo le faltó tener más peso en el área, y una pizca de suerte. En líneas generales, el Rojo jugó mejor, y siempre miró el arco rival, en un estadio difícil. Silvera no estuvo fino y Gandín se tiró demasiado atrás, olvidando su faceta de definidor. El mediocampo (en mi opinión, de lo mejor del actual fútbol argentino) tiene tanto buen pie que por momentos da placer (Piatti, Mancuello, Acevedo, Busse, Patito, más Gracián, que contra NOB jugó bien). Claro: siempre puede haber algún error o uno de los jugadores puede tener un mal día, pero mi definición se refiere a líneas generales, cómo juegan, cómo sienten el fútbol y cómo piensan más en atacar que en defender.
Paradójicamente, el partido de ayer contra Atlético fue al revés: cuando parecía que se lo comía crudo, los tucumanos empataron (distracción defensiva + culo en la primera llegada clara) y el resto del primer tiempo, el Rojo fue complicado. Pero en el 2T la mención especial se la lleva Gallego, que con un sentido común más grande que el nuevo estadio notó que había que abrir la cancha lo más posible para quebrar el sólido bloque defensivo propuesto por el merecidamente olvidado como DT rojo "Chiche" Sosa. El cambio Patito x Gracián fue clave.
Entonces, con el oficio de Silvera y un par de corridas, el equipo liquidó el partido en 10 minutos, y luego fue monólogo. El equipo lo ganó bien, siguió apretando y fue al frente hasta el final y mereció meter algún tanto más.
Más allá de la insólita lesión de Matheu, un gran punto a favor parece ser la evolución futbolística de la defensa. Por más que los tucumanos hayan empatado por un error de los defensores, en los primeros 2 partidos ya no se sufrió tanto con el sistemático y mal tirado achique, que tantos dolores de cabeza nos dieron (por más que gracias a Gabbarini y su gran torneo Apertura 09, no se notó tanto en los marcadores finales de los encuentros).
Pero siempre hay un pero: aparte del mencionado Vallés, hay otras incógnitas: cuesta entender que jugadores como Fredes y Herrón formen parte de este plantel, teniendo en cuenta que han perdido muchas oportunidades desde que están en el club (Fredes jugó bien sólo un puñado de partidos en casi 4 años y Herrón pastó por el mediocampo desde que llegó, en 2005). Si es verdad que Menotti y Gallego apuestan a "recuperarlos" como -supuestamente- sucedió con Mareque -que hoy es uno de los emblemas del equipo- habrá que esperar y ver qué nos dice el paso del tiempo.
En definitiva, creo que el equipo está bien encaminado, y que si a su buen pie y mentalidad ofensiva se le agrega mucha más concentración y nos cae un poco de suerte en partidos y momentos clave, Independiente tranquilamente puede ser campeón antes del Mundial.

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