El Blog Rojo: Welcome Sir Verón!

Hoy visitaron el Cilindro de Hielo los putos de La Plata, con sus míticos personajes incluidos (el único DT de la historia que debutó perdiendo un clásico y se fue insultado y apedreado por su propia hinchada en su primer partido y el inefable Sir Sebastián Verón, autor de clásico "tranquilo, tranquilo" hacia Marcelo Bielsa en 2002 cuando faltaban segundos para quedar afuera en primera ronda y la "Brujita" no se quería apurar para tirar un córner).

Algunas líneas de análisis:

El Rojo volvió a jugar bien, sobre todo en el primer tiempo (como contra San Lorenzo).
Mereció mucha mejor suerte (o tener definidores dignos) frente al arco. Los goles que se comieron Armenteros (x 2) y Pusineri todavía no se pueden creer.
Muy bien Pusineri, a pesar de la posición de mierda en la que lo hace jugar el técnico.
El arquero de ellos fue figura.
Es verdad que ellos también tuvieron sus chances, pero es ilógico creer que un equipo que viene tan derecho y con tanta confianza desde el año pasado no llegue al arco rival (en este caso el nuestro). A lo que voy es a que la defensa roja tuvo sus fallas, pero hubo una marcada mejoría respecto de los horrores de la fecha anterior, que nos costaron un partido que podríamos haber ganado tranquilamente.
Patético lo de Estudiantes haciendo tiempo y el show actoral con millones de gestos para la cámara de su DT en boga. Volvieron a la fuentes: antifútbol y bien chiquititos.
La gente del Rojo volvió a copar la cancha de la Empresa, con sólo 7 puntos de mierda en 7 fechas. Quizá viendo nuestra convocatoria los vecinos se den cuenta que vale llevar gente al anillo superior también, en vez de llenar sólo la popular.
Por fin volvimos a vestirnos con nuestros colores originales. Brindo por el pantalón y las medias azules, más allá de que que tengan el escudo IFC y así denuncien que el cambio fue más una cuestión para romper la mala racha que para volver a las fuentes.
Perlita final: antes del partido todo el estadio coreó "el que no salta, es un inglés". Casualmente o causalmente, varios jugadores (que estaban en el minuto de silencio de rigor por el aniversario de Malvinas) también se sumaron con saltitos camuflados como movimientos de calentamiento. Pero hubo uno (pelado, y vestido de gris y negro) que ni se inmutó. ¿Quién fue? Sí... Adivinaste: