martes, 20 de abril de 2010

Me pongo al día, después de semanas turbulentas (y no por lo futbolístico). Eso sí: vamos en orden cronológico:
  • vs. Colón
El Rojo pasó una parada brava, aunque hay que reconocer la superioridad del rival. En la primera que llegó, metió el gol, y en la segunda, también. Pero claro: siempre hay un pero. El árbitro y el línea anularon mal el que hubiera sido, a mi parecer, el gol que cerraba tempranamente el partido.
Luego, el Sabalero empató y fue superior, pero no pudo contra un Gabbarini intratable. Sin dudas, el mejor arquero del campeonato, por lejos.
Párrafo aparte para Gandín: demostró que no puede ser capitán ni en un dibujo animado. Y encima, juega como el orto. ¿Algo más hay que esperar?
  • vs. Arsenal
El primer tiempo lo jugó muy bien Independiente, salvo por algunas distracciones en defensa, que estuvieron a punto de ser goles de la lacra grondonista, que cuando muera el Padrino seguramente se terminará la mentira y volverá a la D. Del medio para arriba, el equipo presionó y jugó con la pelota para lastimar a un rival sumamente molesto.
El golazo de Núñez volvió a marcar su buena racha, no sólo en la red, sino a la hora de jugar, por más que algunos plateístas se pongan nerviosos. Otros, mientras tanto, siguen sin mostrar nada: Fredes, obviamente, es el estandarte.
El 2T, de nuevo, fue puro -e innecesario- sufrimiento. ¿Para qué tirarse tan atrás?
Cuando terminó el partido, escuché al periodista partidario Eduardo González decir: "esto me da verguenza", mientras otros festejaban desaforados la punta del campeonato.
Yo, claro, que no soy peronista ni radical, me inclino por una posición alternativa: el equipo respondió en ataque durante el 1T, sobre todo cuando íbamos 0-0 y había que buscar. El complemento fue un horror, pero con poco nos alcanza para pelear arriba. ¿Acaso vieron cómo juegan Boca y River este torneo? De los otros dos "supuestos" grandes ni hablo.
  • vs. Gimnasia
Aquí perdimos un partido insólito: jugamos mucho mejor y merecimos más que contra Colón y Arsenal, y sin embargo nos quedamos sin nada.
Mientras Mancuello demostró por qué tiene que ser titular (además de llegada, tiene el gol siempre latente), Fredes fue un cadáver dentro de la cancha, y el también insólito Gandín se comió un gol increíble abajo del arco, frente a un Sessa (supuestamente) vencido. Con estos dos de titulares, se hacía difícil pensar en un final feliz como queremos todos.
Gabbarini, otra vez gigante.
  • vs. San Lorenzo
Otro partido increíble: el primer tiempo tuvimos mala suerte (la primera que llegaron fue gol) y en el juego fue una lágrima.
En el segundo tiempo mereció al menos empatar, tuvo actitud y algunas llegadas. Lo de Fredes, impresentable. Lo de Gandín, igual. Y Núñez se comió un gol casi hecho al final, que por lo menos era el empate. Atrás se sintió la falta de Galeano, más allá de la aceptable labor de Velázquez.
San Lorenzo lo festejó como una Copa Libertadores (que no tiene), y hasta llegué a escuchar a un gil del programa partidario cuervo Equipo Desafío (???) que "el equipo demostró que es un grande". Después de decir eso, el periodista se tiró al piso del estudio de radio para seguir haciendo tiempo, tal como hizo su equipo por casi 80 minutos, con picos insólitos en el complemento. Sin palabras.
  • vs. Banfield
Uno de los mejores partidos del campeonato. Al fin el Tolo se dio cuenta que Fredes tiene que volver a jugar en el patio de su casa, y que Gandín está muy bajo y así no puede ser titular. El mediocampo que saltó a la cancha fue una delicia: Piatti-Acevedo-Mancuello, con Gracián-Núñez de enlaces. Espectacular propuesta ofensiva, que no me provoca otra cosa que preguntar qué otro equipo pone en cancha un mediocampo con esas características.
Los primeros minutos fueron un baile, con Mancuello rompiéndola por izquiera y los defensores de ese triste campeón del torneo pasado mirando al banco sin entender nada.
El Rojo metió el gol, pero cuando justificaba la victoria le empataron injustamente. En pocos segundos, llegó la joya de Gracián, bien como para que los hinchas de ese club de bochas se callaran, ante la presencia de una orteada ejemplar e indiscutible.
El 2T fue inentendible: por más que el DT tuviera charlados los cambios o haya lesiones, no puede volver a confiar en los jugadores que peor andan. Banfield podría habernos empatado con alguno de esos pelotazos que ellos tiran, pero sin embargo al final pudimos meter el 3ro. Sí, ya sé, el que asistió fue Fredes, pero 3 goles y 3 asistencias en 4 años de Primera me parece muy poco para un jugador de Independiente...

No hay comentarios.: